Año 2014. El por entonces concejal de Ancud, Carlos Gómez Miranda, daba un portazo contra Democracia Cristiana y se salía del partido.

En aquel momento, sus aspiraciones a la jefatura ancuditana eran más que evidente, y de hecho declaró a Radio Bío Bío que, “hay muchos camaradas excelentes que realmente están en este partido porque creen en la doctrina de la Democracia Cristiana, porque creen que a través de esta colectividad se pueden hacer muchas cosas en beneficio de nuestros habitantes, pero también hay un número no menos importante que lo único que les interesa es el bienestar y el aprovechamiento personal y para eso han utilizado el partido”, expresó el político oriundo de la comuna de Queilen.

Tras lo declarado, Carlos Gómez Miranda anunció que lanzaba su candidatura a la alcaldía de Ancud pero de manera independiente. Y lo consiguió, el ex alcalde de Queilen derrotó en los comicios de 2016 a Soledad Moreno, por entonces alcaldesa, y a Federico Kruger. Una para nada despreciable cifra de casi 7.000 votos lo depositaron como máxima autoridad.

El derrotero victorioso no paró. En 2021 buscó la reelección y la alcanzó en una cuestionada votación, por escasos 85 votos de diferencia, mantuvo su puesto frente al ingeniero Andrés Ojeda Care, candidato de ancuditano.
Ahora intentararía seguir de racha, es que las elecciones municipales confirmadas para el próximo 27 de octubre de 2024 son su objetivo. O por lo menos así parece ser desde el centralismo de Santiago.

Sucede que la malograda alianza del presidente Gabriel Boric, estaría tentando a Carlos Gómez Miranda para que se ponga al frente de una eventual re –reelección como alcalde de Ancud. Es que claro, los partidos circundantes, y el propio jefe de Estado, ignoran – o evaden – el prontuario poco feliz de un Gómez Miranda que, solo por recordar, se refirió a la comuna de Ancud, ante la televisión nacional, como un lugar de “pura lluvia, puro viento”.

Los comicios municipales del próximo año marcarán un hito. Por un lado, los mayores de 18 años tendrán la obligatoriedad de emitir su voto y, por otro un poco más ingrato, el de volver a poner como alcalde de Ancud a Carlos Gómez Miranda. Sí, también hay hitos con sabor amargo.