Por: Claudio Thimeos
Como todos los años, antes de las fechas de fiestas patrias uno siempre comienza a organizar un panorama, busca opciones de entretención para esos días, salir a algún lado, comer una que otra cosita como choripanes, empanadas, anticuchos, etc. Para celebrar como corresponde la Independencia de Chile. Como buen Chilote en la Capital, siempre me informo de lo que pasa en mi querida comuna de Ancud, y fue un agrado saber que la comuna contaría con un espacio para una Fonda en el Parque O’Higgins; así lo anunciaban las máximas autoridades comunales, y estas mismas decían que el mayor plus de esto sería promocionar turísticamente la comuna de Ancud. Sabiendo esto… ¿por qué no ir a apoyar una acción de este tipo? Así que partimos al Parque O’Higgins, buscamos la Fonda de Ancud, llegamos felices y contentos a ver cómo Ancud llegaba a “hacer patria” a Santiago, pero debo decir que , desgraciadamente, la experiencia fue un poco amarga.
De aquí en adelante voy a hablar más como Publicista que como ancuditano, porque claro, uno quiere a su comuna, y quizás puede perder objetividad y decir que todo fue perfecto y que Ancud se hizo presente en un lugar importante en Santiago, y que con eso basta; pero en términos técnicos de Marketing no fue así, más cuando el objetivo principal era promocionar a Ancud turísticamente, objetivo que a mi parecer no se cumplió del todo.
Para comenzar, si se quería promocionar Ancud turísticamente, creo que era básico tener un stand con algunos promotores y promotoras, con vestimentas típicas chilotas, repartiendo folletería de atractivos y lugares turísticos de la comuna, para que los visitantes pudieran conocer un poco más de nuestra comuna. El espacio de la fonda era grande, ¿qué costaba hacer pendones con imágenes de los atractivos de Ancud? ¿Costaba tanto también llevar un LCD y proyectar imágenes de Ancud en la entrada de esta fonda? Creo que se podrían haber realizado muchas acciones de Marketing, acciones rápidas, baratas y efectivas que sí podrían haber ayudado a promocionar turísticamente la ciudad, pero desgraciadamente no se notó un esfuerzo concreto en esto.
En cuanto a lo gastronómico, creo que la variedad de platos fue justa, aunque yo podría haber incluido las famosas empanadas de Puñihuil, con su excesivo queso y cantidad de mariscos, ya que, de todos los amigos que no son de Ancud y que han conocido estas “maravillas gastronómicas”, ninguno se ha quejado; creo que era un producto a destacar, pero bueno, solamente apreciación personal.
El Gran “pero” en cuanto a lo gastronómico fue el precio, porque se supone que con esta fonda “Ancud promocionaría el turismo… ¿no es cierto?” y si llegas con el plato principal Chilote por excelencia a $12000, ¿creen que eso es ayudar al turismo? Una familia compuesta por 4 personas… ¿creen que está dispuesta a desembolsar $48.000 en cuatro curantos? ¿No creen que, por ejemplo , era mejor vender los curantos a un precio más módico para que las personas comunes y corrientes que asistían a estas fondas pudieran disfrutar de este plato Chilote y así promocionar de verdad a la comuna?. Creo que el tema de los precios fue nefasto y más que hacer una buena promoción de Ancud se hizo todo lo contrario.
Para finalizar, todo lo expuesto anteriormente es con un fin constructivo, porque creo que si Ancud es invitado una próxima vez a una vitrina tan importante como las Fondas del Parque O’Higgins o cualquier otra se debe tomar esto más en serio, analizar las posibilidades, hacer la pega, ya que son estas oportunidades y espacios únicos los que finalmente suman o restan aportando para el futuro de una comuna, más una comuna como Ancud, que tiene como objetivo venderse turísticamente.
