La vida política, en muchos casos, se viste de varias aristas, algunas más visibles y otras menos conocidas. En el caso del concejal reelecto de Ancud, Andrés Ibáñez, su rol de fiscalizador no es lo único que lo define, mucho menos lo limita. A lo largo de su carrera, ha mantenido una faceta poco común en la política: su pasión por la música, en particular por el Power Metal, un género que lo ha acompañado en su vida personal y que ahora lo lleva a vivir una nueva experiencia musical en Santiago.
Recientemente, a través de sus redes sociales, compartió su emoción por un viaje especial que lo llevará a compartir escenario con algunas de las bandas más destacadas de la escena del metal nacional e internacional. «Rumbo a Santiago a dar lo mejor del Power Metal Chilote, el Metal nuevamente me entrega la oportunidad de ir por un sueño más… mañana estaremos abriendo el Show de DIRKSHENEIDER junto a los Nacionales BATTELLRAGE en el Teatro Cariola y CAMUS será el encargado de abrir la jornada», escribió el concejal, quien también es miembro de la banda local CAMUS.
Esta es solo una de las muchas formas en que la política, la música y la cultura se entrelazan en la vida de este concejal. Cuántas veces a uno le tocó ver como la política se entrelazó con actividades poco gratas, ¿no?
A pesar de la seriedad que exige su cargo público, siempre ha defendido la importancia de la cultura y las expresiones artísticas, viéndolas como una herramienta vital para el desarrollo de la comunidad y un reflejo de la identidad local, de ahí que toda raíz crece a paso veloz con música, sea o no autóctona.
Este arte, y especialmente el metal, se ha convertido en una válvula de escape y una forma de conectarse con su otra pasión: la política. Para él, este viaje no es solo una oportunidad para compartir su música, sino también para llevar el talento chilote a un escenario mayor, demostrando que, al igual que en la política, la perseverancia y el esfuerzo pueden abrir puertas a nuevos horizontes.
De hecho, en muchas ocasiones se ha señalado que la música tiene el poder de romper barreras y unir personas. Así como en su rol político trabaja por el bienestar de sus ciudadanos – su idea primigenia es el servicio -, en el escenario del metal busca compartir un mensaje de unidad, fuerza y resistencia, valores que consideran fundamentales tanto en la política como en la vida personal.
En esta faceta como músico, el concejal Ibáñez también destaca la importancia de representar a Ancud y la cultura chilota en espacios nacionales, con sonidos foráneos, pero esencia local, algo que va más allá de un simple concierto: es una forma de hacer visible la riqueza cultural de su comunidad, llevándola a nuevas audiencias.
Así, mientras las discusiones políticas siguen su curso en la comuna, el concejal de Ancud también se encuentra en el camino hacia sus sueños musicales, demostrando que los mundos de la política y la música no son excluyentes, sino que pueden enriquecerse mutuamente. La política, la cultura y la música no solo se cruzan, sino que se alimentan, y este concejal lo sabe muy bien.