Osvaldo Valdebenito: “Hay un mito de que la exigencia académica te hace buen estudiante, cuando los mejores colegios son los que se preocupan por los socioemocional”
En el ciclo de entrevistas “Hablemos de inclusión escolar” que financia el Fondo de Fomentos de Medios Comunicación Social del Gobierno de Chile y el Consejo Regional de Los Lagos. El comunicador Francisco Chávez Catepillán, conversó con Osvaldo Valdebenito, coordinador provincial de Educación Especial de Castro.
La Ley de Inclusión escolar 20845 es del 2015. Cuéntanos desde ese tiempo hasta hoy día, ¿cómo has visto tu evolución de esta ley?
Si bien esta Ley es de la Inclusión no aborda la inclusión en sí como concepto. Esta normativa se encargó de terminar con el copago, con el lucro y con la selección al momento de postular para un establecimiento. Estos tres puntos son los que más me interesan y el que es más afín a mi área es el fin de la selección, porque los estudiantes hacen la postulación a través de un sistema informático y eso permitió que ingresen a los distintos colegios estudiantes que, antes por tener un diagnóstico, era más dificultosa su inclusión.
¿Cómo era la situación antes de esta ley?
Antes, los estudiantes postulaban a los establecimientos educacionales y tenían que dar pruebas, entrevistas y muchas veces pasaba que quienes tenían conocidos dentro del establecimiento tenían más posibilidades que quienes no los tenían.
Creo que el mayor obstáculo que había eran las pruebas de selección o cuando llegaban los apoderados con las carpetas de antecedentes de los estudiantes y les contestaban a propósito de la necesidad educativa especial que tenía un estudiante que no estaban las condiciones dadas en ese establecimiento.
Eso significaba que el joven tenía que andar peregrinando por los colegios ¿Hoy en día cómo cambia ese sistema?
Hoy día cada apoderado que necesita que su estudiante curse de la básica a la media, tiene que postular a través de la plataforma donde pone tres opciones de colegio, teniendo a la vista el proyecto educativo de cada establecimiento educacional, no sé cuántos apoderados hacen esto. En base a estas tres opciones, el estudiante va a una suerte de tómbola digital en dónde se le asigna un establecimiento educacional. De igual manera, hay ciertos criterios que tiene que ver con la ubicación geográfica o si tiene un hermano en el establecimiento. Sin embargo, es una postulación ciega porque el estudiante no se acerca al establecimiento hasta que este no fue seleccionado.
Mencionaste que los padres o apoderados no leen el proyecto educativo de los establecimientos. Es como no leer el contrato de trabajo.
Es super importante porque el proyecto educativo establece los sellos del establecimiento educacional. Los colegios pueden tener un sello medioambiental, un sello de inclusión, un sello academicista. Para los padres es central leer el proyecto educativo, porque además cuando hace la postulación en el sistema dice que adhiere al proyecto educativo. La mayoría pone que adhiere y no lo lee. Porque un colegio que fue una buena experiencia para mi hijo mayor, tal vez no lo sea para el menor. Creo que no hay colegios buenos o colegios malos. Creo que hay colegios que se ajustan más a algunos perfiles de estudiantes que el de otros.
Cuando hablo con los padres les digo: “Procura elegir un colegio en el que tu hijo la vaya a pasar mejor, no en el que más le vayan a exigir”. Hay un montón de mitos en cuanto a creer que la exigencia académica te va a hacer un mejor estudiante, cuando los mejores colegios se preocupan de lo socioemocional. Esto, como consecuencia de lo bien que se siente un estudiante en su comunidad educativa le termina yendo bien igual.