Como una gran opción totalmente gratuita para personas jóvenes y adultas que, por distintas razones, no lograron finalizar su proceso escolar y tienen el deseo de continuar sus estudios, es la razón por la que inicia sus actividades en 2006 en la comuna de Ancud, los Colegios de Adultos Pudeto y Bonilla, ubicados en la calle Huaihuen 420 y en la calle Ejército 721.
Con jornadas vespertinas de clases que comprenden un horario que se extiende desde las 19.30 hasta las 23.25 horas. Con un total de 148 alumnos inscritos por medio de una matrícula gratuita, ambos establecimientos forman parte del listado de los recintos educativos más grandes de la comuna, y cuentan con cursos de 7º y 8º básico, y 1º (dos cursos), 3º y 4º de enseñanza media.
Dos colegios que no solo destacan por su infraestructura, sino también por la calidad de la enseñanza que entregan. Sin dudas un importante aspecto que destaca la directora del Colegio Bonilla, Ingrid Orloff, quien explica que “contamos con todos los profesores competentes con posgrados, sumado a los elementos básicos para entregar un ambiente cómodo, como lo es la calefacción y la alimentación. Sumado al personal que trabaja aquí, que tiene una vasta experiencia con la enseñanza con adultos que, es lo más importante, ya que no es el mismo trabajo que el que se realiza con menores”, sostuvo la docente.
Pero dentro de todas estas favorables condiciones para seguir o retomar el proceso escolar, la directiva cuenta que uno de las principales ventajas por las cuales las personas deciden optar por cursar sus estudios en los colegios Pudeto o Bonilla, es por la empatía y el entendimiento que los equipos de ambos establecimientos logran tener con las distintas historias de sacrificio y esfuerzo que tienen sus estudiantes.
“Siempre tratamos de conversar con nuestra comunidad estudiantil, en todo momento, en los recreos, y siempre estamos atentos a sus inquietudes”, comentó la maestra, quien agregó que “lo más significativo es ver a madres solteras lograr sacar sus estudios adelantes, a jóvenes con una ardua jornada laboral lograr terminar su proceso escolar, y a distintas personas adultas volver a reencantarse con la educación, y que puedan comprender que sí es posible lograr sus sueños”, relató Orloff.
Sin dudas muchas de los adultos que ingresan a este tipo de instituciones luego de años sin estudiar, entran con un cierto grado de incertidumbre e inseguridades. Ante esto, la directora del colegio Bonilla, indicó que, en reiteradas ocasiones, “hay personas que al comenzar a estudiar manifiestan tener miedo de volver a un aula, o no creen que puedan compatibilizar sus estudios con su carga laboral, es decir, algunos alumnos sostienen trabajos pesados, tiene a cargo el cuidado de algún familiar o tienen grandes distancias que recorrer para llegar a su lugar de estudios. Pero más temprano que tarde, se dan cuenta que nuestro equipo y proyecto educativo, se adapta a su ritmo de vida”, aclaró la profesional.
A lo anterior, se suma un curioso dato, es que gran parte de la población estudiantil del Colegio Bonilla es proveniente de Haití, y según explica su directora, “los estudiantes extranjeros se han incorporado y amoldado muy bien, cuentan con una buena base del idioma español y con el tiempo su relación con nuestro equipo se ha hecho mucho más fluida”.
Otro aspecto importante a destacar, es que ambos establecimientos cuentan con un furgón que reduce costos y el tiempo de viaje de los estudiantes que viven en zonas apartadas a la comuna de Ancud.
“Este año tenemos alumnos de Manao y Chacao. Para brindarles una mejor experiencia y seguridad, tenemos un servicio de transporte gratuito que los pasa a buscar. Un ejemplo de estos es un grupo de alumnas de Chacao, que se organizan para que nuestro móvil las pase a buscar a un cruce donde ellas se reúnen y desde allí, logran llegar a su lugar de estudios, y son alumnas que se van a licenciar este año”, indicó emocionada la directora.